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¿Por qué apostar por la energía fotovoltaica en el sector agrícola?

Revista El Fresno Eman

Las energías renovables ya son el único horizonte para el futuro de nuestro sistema energético que, aunque depende del desarrollo de tecnologías como la del hidrógeno, gracias a la competitividad de las instalaciones y la energía fotovoltaica, este está ya por debajo de cualquier sistema convencional.

Las primeras instalaciones fotovoltaicas causaron un impacto, para algunos, negativo, y para otros, positivo. Desde entonces, sectores como el de la agricultura, han tenido bastante recelo a la hora de implantar esta fuente de energía renovable. Sin embargo, en la actualidad es una apuesta competitiva que puede generar grandes beneficios a quienes apuestan por ella.

Motivos por los que incorporar la energía fotovoltaica en la agricultura

¿Qué ha cambiado desde entonces? Nuestro responsable de Energías Renovables, Fernando Mañes, nos aclara algunas de las principales dudas.

Para empezar, destacar que el precio del panel ha caído entre 9 y 10 veces desde 2006. Actualmente es ya la tecnología más competitiva para producir energía eléctrica, llegando a un coste de producción para grandes plantas de entre 0.04 y 0.025 €/Kwh.

El coste de los módulos ha sufrido una fuerte caída en los últimos años. Pero, además del coste, los módulos tenían una potencia de 250 Wp y ahora se instalan con más de 600Wp. Por lo tanto, no solo ha caído el coste sino también el espacio para producir electricidad.

Por otro lado, aunque la producción de esta energía es dependiente del sol, la gestión de los embalses puede adaptarse a la producción solar, haciendo coincidir las horas de producción con las horas de riego.

La bajada del coste permite obtener energía más barata y libre de emisiones contaminantes, pero, además, consigue la integración de esta instalación y las plantaciones agrícolas.

Tal y como explica Fernando, “En países como Francia, Alemania o Japón, que disponen de menos superficie disponible, son muchos los proyectos donde conviven estas instalaciones y varios tipos de cultivo como los viñedos, horticultura o árboles frutales”.

Asimismo, integrar la energía fotovoltaica en las explotaciones agrícolas, aumenta el uso eficiente de la tierra. También cabe destacar los siguientes escenarios:

  1. Trasladar el modelo de cooperativa y comunidad para la promoción y construcción de grandes plantas fotovoltaicas.
  2. Aprovechar las balsas para instalaciones flotantes.
  3. Integrar fotovoltaica y producción, ya que esta tecnología es una aliada perfecta para las empresas agrícolas, tanto para reducir costes energéticos como para reducir el impacto ambiental.

Desde Eman Ingeniería, apostamos por el fomento de los estudios de implantación de la energía fotovoltaica, contando con el mayor número de asociados posibles, apostando por las cooperativas o asociaciones empresariales, clave del éxito de la agricultura de nuestro país.

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